Editado por María Fernanda Amador Pacheco

Los sentidos son funciones sensoriales que requieren órganos especializados y complejos localizados principalmente en la cabeza.
Estos órganos permiten captar estímulos específicos del medio ambiente y transmitir la información al sistema nervioso central (SNC) a través de los pares craneales.
Estos permiten una percepción compleja y precisa del entorno, complementando los sentidos generales y facilitando la interacción del organismo con su medio.
Kenhub. (s. f.). Kenhub. Imagen 1
Existen cinco sentidos especiales:
Gusto – órgano: lengua (papilas gustativas). Detecta sustancias químicas disueltas en la saliva que generan sabores.
Visión – órgano: ojos. Detecta la luz y las imágenes mediante fotorreceptores en la retina.
Audición – órgano: oído. Percibe las ondas sonoras a través del oído externo, medio e interno.
Equilibrio – órgano: vestíbulo y canales semicirculares del oído interno. Mantiene la postura y la orientación espacial.
Olfato – órgano: nariz (epitelio olfatorio). Capta partículas químicas volátiles y las interpreta como olores.
Particularidad: a diferencia de los sentidos somáticos generales (como el tacto, temperatura, dolor y presión), que dependen de receptores distribuidos en todo el cuerpo y utilizan tanto pares craneales como nervios espinales, los sentidos especiales están concentrados en estructuras cefálicas y emplean exclusivamente pares craneales para enviar la información al encéfalo.
En conjunto, los sentidos especiales permiten una percepción compleja y precisa del entorno, complementando los sentidos generales y facilitando la interacción del organismo con su medio.
VISIÓN
Kenhub. (s. f.). Kenhub. Imagen 2

La visión es el proceso mediante el cual los ojos captan la energía lumínica y la transforman en impulsos eléctricos que el encéfalo interpreta como imágenes.
Entrada y enfoque de la luz | La luz que ingresa al ojo es refractada por la córnea y el cristalino. El cristalino ajusta su curvatura mediante la acomodación, permitiendo enfocar objetos cercanos o lejanos. Para una visión clara, los rayos deben enfocarse exactamente sobre la retina. |
Fotorreceptores en la retina | Bastones: sensibles a luz tenue, útiles para visión nocturna y periférica. Conos: requieren luz intensa, permiten visión en color y con alta agudeza visual. Se concentran en la fóvea central, área de máxima nitidez visual. |
Proceso de fototransducción | Los fotorreceptores convierten la luz en señales eléctricas. Estas señales pasan a las células bipolares, luego a las células ganglionares. Los axones de las células ganglionares forman el nervio óptico (II par craneal). |
Vía visual hacia el encéfalo | El nervio óptico se dirige al quiasma óptico, donde parte de las fibras se cruzan. Continúa por el tracto óptico y la radiación óptica. Finalmente llega a la corteza visual primaria, ubicada en el lóbulo occipital, donde se genera la percepción visual consciente. |
AUDICIÓN
La audición es el proceso que nos permite percibir y experimentar los sonidos. El rango auditivo humano va de 20 Hz a 20,000 Hz. Los dos aspectos principales del sonido que percibimos son:
- Amplitud: Determina el volumen o intensidad del sonido.
- Frecuencia: Determina el tono (agudo o grave).
El sonido pasa por varias etapas de transducción antes de llegar al encéfalo:
- Oído externo: Pabellón auricular captura las ondas sonoras y las conduce a través del conducto auditivo externo hacia la membrana timpánica.
- Oído medio: Las vibraciones de la membrana timpánica se transmiten a través de los huesecillos: martillo, yunque y estribo. Estos amplifican el sonido, y las vibraciones se transmiten a la ventana oval (vestibular), generando ondas de presión en el líquido de la cóclea.
- Oído interno (Cóclea): En la cóclea, el órgano de Corti contiene las células ciliadas cocleares, que son los mecanorreceptores de la audición. Las ondas de presión en el líquido de la cóclea doblan los estereocilios de las células ciliadas, lo que genera una respuesta eléctrica.

- Vía auditiva: Las células ciliadas liberan neurotransmisores, generando potenciales de acción en las neuronas aferentes cocleares.Los axones de estas neuronas forman la división coclear del nervio vestibulococlear (VIII par craneal).
- Procesamiento cerebral: El nervio lleva la información auditiva al encéfalo, pasando por varias sinapsis hasta llegar a la corteza auditiva primaria, ubicada en el lóbulo temporal. La vía auditiva también conecta con el sistema límbico, lo que permite asociaciones emocionales con los sonidos.
Kenhub. (s. f.). Kenhub. Imagen 3
Equilibrio
El oído interno no solo es fundamental para la audición, sino que también juega un papel crucial en el equilibrio a través del sistema vestibular. Este sistema está compuesto por el utrículo, el sáculo y los conductos semicirculares, que trabajan juntos para mantener el equilibrio tanto estático como dinámico.

El utrículo y el sáculo se encargan del equilibrio estático, ya que contienen estructuras llamadas máculas. Las máculas son receptores sensoriales que detectan los cambios en la posición de la cabeza y la aceleración lineal, como cuando un vehículo acelera o un ascensor sube o baja.
Estas estructuras están formadas por células ciliadas vestibulares, cuyos estereocilios están incrustados en una membrana gelatinosa llamada membrana estatoconial que contiene cristales de carbonato de calcio (estatoconias u otolitos).
Bajo la influencia de la gravedad, los estereocilios se doblan, lo que activa los mecanorreceptores y envía señales al cerebro.
Kenhub. (s. f.). Kenhub. Imagen 4

Por otro lado, los conductos semicirculares (anterior, posterior y lateral) son responsables del equilibrio dinámico. En su interior, las crestas ampulares contienen también células ciliadas vestibulares, cuyos estereocilios están inmersos en una cúpula gelatinosa. Estos detectan las aceleraciones angulares o movimientos rotacionales (como cuando giramos mientras bailamos).
Al igual que las células de los utrículos y sáculos, la liberación de neurotransmisores modifica la frecuencia de disparo de los potenciales de acción en las neuronas aferentes, que forman la división vestibular del nervio vestibulococlear (VIII par craneal).
(El Oído: Estructura y Funciones – Blog de Kiversal, s. f.) Imagen 5
El nervio vestibulococlear transporta la información sobre el equilibrio a los núcleos vestibulares en el bulbo raquídeo, que están conectados con varias áreas del cerebro.

La corteza cerebral (para la percepción de la posición de la cabeza).
El cerebelo (para la coordinación de los movimientos).
La médula espinal (para coordinar los movimientos musculares).
Los núcleos de los pares craneales (para coordinar los movimientos oculares).
Kenhub. (s. f.). Kenhub. Imagen 6
Este sistema complejo permite mantener el equilibrio y la coordinación del cuerpo en respuesta a los movimientos y la posición espacial.
OLFATO
El olfato es la capacidad de la nariz para detectar sustancias químicas, llamadas odorantes, en el aire, lo que genera la sensación de olor. Los odorantes son captados por neuronas sensoriales olfatorias, que son quimiorreceptores localizados en el epitelio olfatorio, en la parte superior de la cavidad nasal.

Estas neuronas bipolares tienen cilios olfatorios que, al entrar en contacto con los odorantes disueltos en el moco nasal, generan una despolarización que puede generar potenciales de acción. Estos impulsos viajan a través de los axones del nervio olfatorio (I par craneal) hasta el bulbo olfatorio, donde hacen sinapsis en los glomérulos.
Las neuronas de segundo orden, a partir de ahí, transmiten la información a través del tracto olfatorio hasta la corteza olfatoria primaria en el lóbulo temporal, donde se identifican los olores.
(Rhoton, 2025) Imagen 7
Además, la corteza olfatoria está conectada con el sistema límbico y el hipotálamo, lo que facilita la creación de asociaciones emocionales y memorísticas con los olores, explicando por qué ciertos olores evocan recuerdos o emociones.
GUSTO
El sentido del gusto, o gustación, se asocia principalmente con la lengua, que está cubierta por papilas gustativas. Estas papilas, que incluyen las circunvaladas, fungiformes y foliadas, contienen botones gustativos con células sensoriales gustativas que actúan como quimiorreceptores para detectar compuestos químicos en los alimentos.

La información gustativa se transporta a través de los nervios facial (VII par craneal), glosofaríngeo (IX par craneal) y vago (X par craneal), que se encargan de las diferentes zonas de la lengua. Estos nervios hacen sinapsis en el núcleo del tracto solitario, desde donde la información se dirige a la corteza gustativa primaria, ubicada en la ínsula.
Kenhub. (s. f.). Kenhub. Imagen 8
Existen cinco sabores básicos: ácido, salado, dulce, amargo y umami. Las células gustativas responden a estos sabores mediante proteínas G o canales iónicos, lo que produce una señal eléctrica que libera un neurotransmisor. Este neurotransmisor activa las neuronas aferentes que transmiten la información al cerebro.

Además, la información gustativa tiene conexiones con el cuerpo amigdalino y el hipotálamo, lo que permite asociar los sabores con emociones. También, algunas fibras gustativas viajan al lóbulo frontal, donde se integran con otros sentidos como el olfato, contribuyendo a la percepción multisensorial de los alimentos.
(Fernandes, 2025) Imagen 9
Entonces, la percepción gustativa no solo depende del gusto como tal, sino que está interconectada con las emociones, la memoria y la experiencia sensorial integrada gracias al procesamiento conjunto de varios sentidos en el sistema nervioso central.
PUNTOS CLAVE
Visión (vista) | Órgano: ojo Receptores: células conos y bastones Tipo de receptor: fotorreceptor Ubicación del receptor: retina Estímulo: luz Par craneal: nervio óptico (II par craneal) |
Audición (oído) | Órgano: oído Receptores: células ciliadas cocleares Tipo de receptor: mecanorreceptor Ubicación del receptor: cóclea Estímulo: sonido Par craneal: nervio vestibulococlear (VIII par craneal) |
Equilibrio (balance) | Órgano: oído Receptores: células ciliadas vestibulares Tipo de receptor: mecanorreceptor Ubicación del receptor: ytrículo, sáculo y ductos semicirculares Estímulo: aceleración lineal y rotacional Par craneal: nervio vestibulococlear (VIII par craneal) |
Olfato | Órgano: nariz Receptores: neuronas sensoriales olfatorias Tipo de receptor: quimiorreceptor Ubicación del receptor: epitelio olfatorio Estímulo: olor Par craneal: nervio olfatorio (I par craneal) |
Gusto | Órgano: lengua Receptores: células epiteliales sensoriales gustativas (células receptoras del gusto) Tipo de receptor: quimiorreceptor Ubicación del receptor: papilas gustativas Estímulo: sabor o sustancia gustativa Par craneal: nervio facial (VII par craneal), nervio glosofaríngeo (IX par craneal), nervio vago (X nervio vago) |
Tabla obtenida de Kenhub. (s. f.). Kenhub.
REFERENCIAS |
El oído: estructura y funciones – Blog de Kiversal. (s. f.). www.google.com. https://share.google/images/U1BcGLEHqJaBJg5GQ Rhoton, S. (2025, 11 abril). Los 5 Sentidos: cuáles son, sus funciones y órganos. Enciclopedia Significados. https://www.significados.com/los-5-sentidos/ Fernandes, A. Z. (2025, 26 agosto). Sentido del gusto: anatomía, fisiología y tipos de sabores. Enciclopedia Significados. https://www.significados.com/gusto/ Sentidos especiales (los cinco sentidos). (2025, 29 enero). Kenhub. https://www.kenhub.com/es/library/fisiologia/sentidos-especiales-los-cinco-sentidos |